Carolina Pichardo
Santo Domingo, República Dominicana
El pino criollo dominicano (Pinus Occidentalis) ha sufrido una disminución del 54% de su población en República Dominicana.
SOH Conservación, una organización netamente dominicana, ha lanzado una campaña para concientizar sobre la situación crítica de este árbol, una especie endémica de la isla Española y catalogada como vulnerable tanto a nivel nacional como internacional.
A través de esta iniciativa, buscan sensibilizar a la población y que el Ministerio de Medio Ambiente adopte medidas más firmes contra la tala ilegal de este árbol.
Es por esto, que están recolectando firmas en sus redes sociales y promoviendo el uso del GIF de Pino Criollo, disponible en Instagram para correr la voz, así como el hashtag #SalvemosElPinoCriollo.
El pino criollo (Pinus occidentalis) es a menudo confundido con otras variedades de pino que se han introducido en el país, como el pino hondureño (Pinus caribaea).
Esta confusión ha resultado en una menor protección de la especie nativa, que posee un valor intrínseco y ecológico especial para la región, explicó Jorge Brocca, director ejecutivo de SOH Conservación.
La campaña también busca destacar la diferencia entre la tala comercial controlada y la tala ilegal, que ha sido uno de los principales factores que amenazan al pino criollo. La tala comercial, que se realiza bajo proyectos con certificación y controles, es vista como un salvamento genético para la especie. Sin embargo, la tala ilegal, especialmente en áreas protegidas, sigue siendo un problema significativo que requiere una atención urgente.
Para 2014, el Ministerio de Medio Ambiente informaba que el pino criollo cubría una superficie de 3,315.6 kilómetros cuadrados, lo que representaba el 18% de la cobertura total de bosque, y un 7 % respecto a la superficie del país.
¿Cómo esto podría afectar la biodiversidad?
De acuerdo con el portal Pino Criollo, sus raíces previenen la erosión del suelo y sus hojas ayudan a regular el ciclo hidrológico.
ARepública Dominicana tiene una especie endémica de ave llamada pico cruzado, la cual se alimenta exclusivamente de las semillas del pino.
Su pico tiene una adaptación especial que le permite romper la estructura de la piña y acceder a la semilla.
Si el pino criollo desaparece, la especie también desaparece, dado su vínculo simbiótico.
El pico cruzado no solo depende del pino para su alimentación, sino que ayuda en la reforestación y restauración de estos ambientes.
Además, hay otras especies que también interactúan con los pinares, como la rana alcaloide y algunas especies de anolis. También contamos con aves como la cigüita, que se conoce como «sillita del pinar» porque solo habita en estos bosques y es una de las más cantarinas.
Aunque algunas aves, como las cotorras y los pericos, no dependen directamente del pino para alimentarse, pero sí lo utilizan para anidar.
En los pinares, la densidad de ratas es baja, por lo que las aves tienen una probabilidad de supervivencia mucho mayor en comparación con el bosque latifoliado, donde las ratas son abundantes.
En estudios realizados, esta organización ha la densidad de ratas en estos ambientes y detectado que especies como el zorzal de pino suelen dormir en los pinares por la noche, debido a la amenaza de depredación en otros ambientes.