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El jardín que une historia, naturaleza y el esplendor de los cerezos en flor en Tokio

Desde marzo y durante las primeras semanas de abril, Tokio se viste con los árboles rosados más famosos del mundo: los cerezos en flor.

Pero el lugar que visitó el equipo de Raíz Climática es uno de los más especiales para disfrutar de cerca este espectáculo de la naturaleza: el Jardín Nacional Shinjuku Gyoen.

Era una tarde nublada y un poco calurosa en el centro de Tokio, en un parque privado ubicado en Shinjuku, uno de los distritos más exclusivos de la capital nipona.

Estas circunstancias climáticas no impidieron que cientos de turistas disfrutaran parte de su viernes en este pulmón verde rodeado de árboles. Todo lo contrario: algunos se refugiaban bajo sus sombrillas transparentes, muy populares en esta parte del mundo; otros usaban capas impermeables, y los más audaces disfrutaban de las gotas de lluvia que, poco a poco, hacían descender la temperatura en el parque.

El Jardín Nacional Shinjuku Gyoen es hoy uno de los parques más populares de Japón para admirar la floración de los cerezos, pero ¿cuál es su historia?

El sitio donde actualmente se encuentra el jardín fue originalmente la residencia de Kiyonari Naitō, un samurái que recibió estas tierras en 1590 de manos de Tokugawa Ieyasu, quien buscaba fortalecer el control militar sobre las rutas estratégicas de Edo (actual Tokio). Con el tiempo, la familia Naitō retuvo parte de la propiedad, aunque tuvo que devolver terrenos debido a sus limitados ingresos.

En 1872, el gobierno estableció allí una estación experimental agrícola para promover técnicas modernas. Luego, en 1879, se transformó en el Jardín Botánico Imperial de Shinjuku, dedicado a fomentar la horticultura occidental y el cultivo de orquídeas. En 1906, tras un rediseño de estilo europeo dirigido por Hayato Fukuba y Henri Martine, se completó el actual Jardín Nacional Shinjuku Gyoen.

Inicialmente reservado para la familia imperial, el jardín se popularizó entre el público por la observación de cerezos y crisantemos. Aunque fue gravemente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, reabrió al público en 1949 y, desde 2001, está bajo la administración del Ministerio del Medio Ambiente de Japón.

Hoy en día, Shinjuku Gyoen se extiende por 58,3 hectáreas, con un perímetro de 3.5 kilómetros, y cuenta con tres áreas especiales: Landscape Garden, Cherry Tree Area y Japanese Traditional Garden.

Además, alberga una colección de más de 1,700 especies de plantas tropicales y subtropicales en su invernadero, que data de la década de 1950. También es hogar de más de 900 árboles de cerezo pertenecientes a más de 70 variedades diferentes, incluyendo tipos como Takatokohigan, Yoko, Shidare-Zakura, Someiyoshino, Ohshima-zakura, Yaebenishidare, Chosu-hizakura, Ichiyo, Kanzan, Fugenzo y Fukurokuju, entre otras.

Este parque es ideal para conocer sobre la conservación del sakura en Japón y las diferentes especies de cerezos japoneses que existen en el país.

Cabe destacar que en Shinjuku Gyoen están prohibidas ciertas actividades como realizar fotografías comerciales, tocar instrumentos musicales, volar drones, ingresar con animales, consumir bebidas alcohólicas y fumar cigarrillos, entre otras restricciones, para preservar la tranquilidad y belleza del lugar.

Si estás planeando hacer turismo en Tokio durante la temporada de sakura, el Jardín Nacional Shinjuku Gyoen es una parada obligatoria para vivir una experiencia inolvidable.

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