Karla Faxas es finalista del Premio Nacional de la Juventud en la categoría Preservación y Fomento de los Recursos Naturales, como representante del Distrito Nacional.
Su iniciativa de reciclar Cuadernos X un Mañana ha marcado un gran impacto en comunidades de bajos recursos, llevando esperanza a decenas de niños.
En Raíz Climática hablamos con Faxas sobre sus proyectos y sus expectativas como el PNJ.
RC: ¿Qué te motivó a iniciarte en la preservación de los recursos naturales?
KF: Un voluntariado en limpieza de costas. Ver que habíamos dedicado la mañana a dejar la arena limpia, más los esfuerzos no valieron. Una charla de concientización en esta actividad cambió mi manera de ver los residuos que produzco en casa y que ese efecto se puede multiplicar a más personas, vi una oportunidad de preservar y concientizar sobre la verdadera importancia que le damos a los recursos naturales, no solo a nuestras playas, sino también a través del servicio y educación.
RC: ¿Qué impacto ha tenido tu iniciativa en la comunidad?
KF: El impacto más grande ha sido transformar la mentalidad de decenas de voluntarios que, al unirse a este esfuerzo, han comenzado a ver un simple cuaderno usado como una oportunidad para llevar esperanza a escuelas vulnerables, mientras reducimos el impacto ambiental de hojas que antes eran desperdiciadas.
La iniciativa de Cuadernos X un Mañana ha generado tres grandes impactos:
Ambiental: hemos reciclado 2.7 toneladas de papel usado, evitando la tala de 40 árboles y ahorrando más de 100,000 litros de agua.
Comunitario: hemos concienciado a jóvenes a través de charlas y actividades educativas.
Social: hemos llegado a escuelas y estudiantes en zonas de difícil acceso, promoviendo una cultura de reutilización y conciencia ambiental.
RC: ¿Cuáles han sido los mayores logros que has alcanzado hasta ahora?
Mis mayores logros hasta ahora tienen que ver con las emociones que generan los momentos de entrega y enseñanza. Ver cómo se iluminan los rostros de los niños cuando reciben un cuaderno o escuchan una charla sobre el medioambiente y el reciclaje es indescriptible. Es especialmente valioso cuando se acercan después de una charla con curiosidad y ganas de aprender cómo pueden hacer pequeños cambios en sus hogares. Ese interés genuino demuestra que cada esfuerzo vale la pena.
Poder llevar la iniciativa más allá del aula, llegando a universidades, empresas e instituciones ha sido un paso inmenso. Ver el apoyo de tantas entidades y escuelas me reafirma que estamos haciendo algo significativo.
A nivel personal, vencer mis propios miedos también ha sido un logro enorme. Pero lo más gratificante ha sido impactar seis comunidades de bajos recursos, ver las sonrisas de los niños y sentir que, con un simple cuaderno, llevamos una chispa de esperanza a sus vidas.
RC: ¿Qué mensaje le darías a otros jóvenes que desean involucrarse en la conservación ambiental?
KF: Primero, den el paso del deseo a la acción: participen en voluntariados ambientales, visiten parques nacionales, asistan a charlas. Una vez den ese paso, tenemos una gran misión: multiplicar el mensaje. Lleven sus vivencias a su entorno, compartan lo que aprendieron en sus casas, escuelas o trabajos.
El medio ambiente es nuestra casa común, y preservar lo que tiene valor es una responsabilidad de todos. Mi camino empezó a través del voluntariado; el tuyo puede empezar hoy.
RC: ¿Cómo crees que las nuevas generaciones pueden contribuir a la preservación de los recursos naturales?
KF: Primero, conociéndolos y mostrando interés en todo lo que nuestra bella isla nos ofrece. Creo firmemente que para preservar algo primero debemos enamorarnos de ello, conocer su valor y entender por qué es importante cuidarlo. Nuevamente volvernos multiplicadores de este gran tesoro,
RC: ¿Cuál es tu visión para el futuro del medioambiente en la República Dominicana y el Caribe?
KF: Veo una juventud cada vez más consciente e involucrada en la preservación del medioambiente, pero también reconozco que debemos seguir recordándoles que su tiempo tiene un valor.
RC: ¿Qué apoyo consideras necesario para que más jóvenes se sumen a este tipo de proyectos?
KF: Es fundamental unir esfuerzos del sector público y privado para llevar el mensaje a los centros educativos mediante actividades de involucramiento. También considero esencial dar mayor valor al trabajo social, algo que debería ser prioritario para el cumplimiento de las 60 horas de servicio estudiantil. A través de los jóvenes adentrarse en la problemática y trabajar por su solución, tienen el poder en sus manos de cambiar o minimizar una realidad.
RC: ¿Cómo te sientes por ser finalista en esta categoría en tu provincia y qué harías si eres galardonado con el PNJ? ¿Qué te motivó a participar?
KF: Ser finalista en el PNJ es un gran honor, el hecho de compartir este espacio donde conectar con jóvenes destacados que admiro. Que mi labor haya sido reconocida por personas que dedican su vida a la preservación de los recursos naturales me reafirma que vale el esfuerzo el hacer lo que amo: concientizar a través del servicio. Si resulto como galardonada con el PNJ, invertiría los fondos para impulsar la iniciativa, llevándolo a las aulas a nivel nacional y expandir las maneras de impacto en las escuelas beneficiadas, llevando no solo cuadernos, sino también cubriendo las demás necesidades de estudiantes de manera personalizada, con el fin de garantizar una educación sin barreras.
Además de capacitarme para llevar a cabo todo el potencial que tiene el proyecto a largo plazo. Lo que me motivó a participar fue el poder compartir mi historia e impulsar a más jóvenes a cumplir sus metas, sobre todo a aquellos que perseveran en la conservación de los recursos naturales.