Cuando escuchamos nombres como Fiona, Maria o George, muchos piensan en desastres que marcaron comunidades enteras, sobre todo en El Caribe. Pero, ¿sabías que existe un sistema internacional y cuidadosamente regulado para nombrar a los huracanes del Atlántico?
Desde 1953, los ciclones tropicales reciben nombres con el fin de facilitar su identificación, seguimiento y comunicación en medios y organismos de emergencia. Actualmente, este sistema está bajo la responsabilidad de un comité especializado de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En la actualidad, existen seis listas de nombres que se usan de manera rotativa cada seis años. Es decir, los nombres utilizados en la temporada 2023 volverán a aparecer en 2029, salvo que alguno de ellos sea retirado.
Si un ciclón se forma antes o después del periodo oficial de huracanes (1 de junio al 30 de noviembre), tomará el siguiente nombre en la lista según la fecha: Si ocurre a finales de diciembre, se usa el nombre restante de esa temporada. Mientras que si ocurre en enero o febrero, se toma el primer nombre disponible del nuevo ciclo.
Las listas solo contienen 21 nombres. Si se supera esa cantidad, se utilizan nombres de una lista alternativa especial, también aprobada por la OMM. Desde 2021, ya no se usan letras griegas por el nivel de confusión que generaban.
Los nombres escogidos para los posibles ciclones formados durante la temporada ciclónica son: Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Néstor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.