La Iglesia Católica llevó a cabo este Viernes Santo el tradicional Sermón de las Siete Palabras, donde se hizo un llamado de atención sobre las problemáticas ambientales
En la primera palabra, el párroco Roberto Ramírez, de la iglesia San Roque González, dijo que la Iglesia sigue clamando, con el papa Francisco, por el cuidado del medio ambiente.
Bajo la frase bíblica “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, el sacerdote destacó que muchas personas cometen pecados contra la naturaleza sin plena conciencia de ello.
Sin embargo, subrayó que hay quienes actúan con pleno conocimiento: “Dentro de los pecados ambientales, algunos no saben lo que hacen, pero muchos sí lo saben muy bien”.
En este sentido, citó al papa Francisco, quien advierte que las grandes corporaciones económicas deberán “arrodillarse y pedir perdón” por el pecado ecológico global.
El religioso señaló que cerca de cien empresas son responsables del 71% de los gases de efecto invernadero acumulados en la atmósfera. Evocando la figura de Jesús en la cruz, quien pidió perdón por aquellos que “no sabían lo que hacían”.
Ramírez explicó que Cristo no intercedió por los líderes religiosos ni los poderosos de su tiempo, pues ellos sí eran conscientes de sus acciones.
En relación con la minería, el párroco criticó el discurso de una “minería responsable” que, lejos de mitigar el daño, busca expandirlo con pleno conocimiento de sus consecuencias. “Se usa un libreto falso de responsabilidad y vida sostenible”, afirmó.
Aunque reconoció que la minería aporta a la economía, insistió en que debe realizarse únicamente donde se pueda, y ahí solamente.
Ramírez también lamentó que prácticas antes alegres, como bañarse bajo la lluvia, se hayan vuelto impensables para muchos debido a los riesgos sanitarios y ambientales ligados al cambio climático. Abogó por transparentar los procesos económicos que impactan el medio ambiente para restaurar la confianza en ellos.
Asimismo, instó al Ministerio de Medio Ambiente a divulgar proyectos que beneficien los ecosistemas y a trabajar con otras entidades para educar a la población, fomentando la protección ambiental. Finalmente, llamó a abordar problemas como la acumulación de basura en los barrios y la música a volúmenes excesivos, sin importar la hora ni el lugar, para promover una convivencia más responsable.