Los Fondos de Agua son un mecanismo financiero innovador que canaliza inversiones hacia la restauración y protección de cuencas hidrográficas. Su propósito es garantizar el suministro sostenible de agua limpia tanto para las personas como para los ecosistemas.
En la República Dominicana, The Nature Conservancy (TNC) ha desempeñado un rol clave en el establecimiento de dos fondos: el Fondo de Agua de Santo Domingo (SDWF) y el Fondo de Agua del Yaque del Norte (YNWF). Ambos nacieron de una colaboración entre agencias gubernamentales, ONGs, academia, sector privado y comunidades locales.
Estos fondos dirigen recursos económicos de los usuarios aguas abajo, como embotelladoras y otras industrias, hacia actividades de conservación aguas arriba, con impactos medibles:
De acuerdo con el Reporte de Impacto de TNC en El Caribe, al menos en República Dominicana se registraban más de 3,976 hectáreas de cuenca restauradas hasta octubre de 2024, especificamente en Yaque del Norte, con 2,745 hectáreas y Santo Domingo con 1,231.
Además, más de 2 millones de árboles plantados. Así como plantas de tratamiento de aguas residuales instaladas que procesan aproximadamente 300,000 m³/año, beneficiando a unas 9,000 personas.
Además de su impacto ambiental, los fondos promueven la participación directa de las comunidades en la toma de decisiones y fortalecen sus capacidades para adaptarse al cambio climático a través de la gestión de recursos hídricos.
Gracias a estos resultados, el IDB Lab (del Banco Interamericano de Desarrollo) firmó un acuerdo con ambos fondos para explorar la creación de un mercado voluntario de créditos de biodiversidad, el primero en su tipo en el país.
El mercado voluntario de créditos de biodiversidad es un sistema que permite la compra y venta de créditos asociados a acciones de conservación y restauración de ecosistemas. Estos créditos representan unidades de valor que financian proyectos destinados a proteger la biodiversidad y recuperar hábitats degradados. Además de fomentar impactos positivos en la naturaleza, en algunos casos también se utilizan para compensar los efectos negativos de actividades humanas sobre el medio ambiente.