El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mercado de Carbono (CNCCMC), Max Puig, aseguró que el cambio climático está teniendo consecuencias graves, “los graves efectos del cambio climático obligan a todas las sociedades a transformarse, modificando sus modos de producción y consumo, y condicionando sus agendas de desarrollo y nuevas formas de organización social”.
Estas declaraciones fueron dadas durante la reunión preparatoria de la COP30 (Pre-COP), realizada en Brasilia, capital de Brasil. Este país será la sede de la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tendrá lugar en noviembre en la ciudad de Belém.
Durante su intervención, Puig subrayó que, tal como ha señalado la presidencia brasileña de la COP30, todos los países “deben asumir con decisión y responsabilidad la implementación del Acuerdo de París, especialmente desde que se completó su libro de reglas en la pasadaCOP29 de Bakú”.
El alto funcionario advirtió que el cambio climático y sus riesgos asociados están reconfigurando la economía mundial, y que “el costo de la inacción es demasiado alto”, por lo que destacó que la transición hacia una economía resiliente, baja en carbono e inclusiva es inaplazable.
“El cambio climático nos exige transitar hacia una economía más equitativa, donde todos los sectores productivos sean agentes activos de la transformación y nadie se quede atrás”, puntualizó.
Agregó que el crecimiento económico, por sí solo, no basta para garantizar el desarrollo sostenible.
“El asunto no es crecer, sino crecer bien. Hay que descarbonizar la economía, avanzar en la transición energética y asegurar una mayor equidad social al mismo tiempo, todos son desafíos tan complejos como urgentes”, enfatizó Puig.
El vicepresidente del CNCCMC resaltó que, para la República Dominicana, un pequeño Estado insular en desarrollo altamente vulnerable al cambio climático, el desafío no es únicamente ambiental, sino también estructural, económico y social, lo que requiere decisiones políticas claras y coherentes.
Asimismo, señaló que la innovación y una nueva concepción del desarrollo deben orientar los flujos financieros climáticos, de modo que los recursos internacionales realmente impulsen la transformación necesaria en las naciones menos desarrolladas y vulnerables, como la República Dominicana.
Durante su intervención, Max Puig reconoció el esfuerzo de Brasil para garantizar el éxito de la COP30, denominada “la COP de la implementación”, y valoró positivamente las ideas innovadoras planteadas por la presidencia del evento.
La delegación dominicana que participó en la Pre-COP estuvo encabezada por Max Puig e integrada por Gabriela Márquez, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Domingo Melenciano, del Ministerio de Relaciones Exteriores; y Sara González, del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mercado de Carbono.
