En 2022 el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) reconoció oficialmente que el cambio climático representa una amenaza directa para la salud mental y emocional de las personas. Así lo detalla el informe Climate Change 2022: Impacts, Adaptation and Vulnerability, citado por el medio académico The Conversation.
Según el reporte, fenómenos extremos como tormentas, incendios forestales, inundaciones, sequías y olas de calor pueden provocar estrés, ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (PTSD). Incluso los cambios más lentos —como el aumento del nivel del mar, la pérdida de hielo o las alteraciones en los patrones estacionales— están afectando la salud emocional de comunidades enteras, generando lo que los científicos llaman “duelo ecológico”.
El IPCC advierte que los impactos psicológicos del cambio climático son cada vez más amplios y desiguales. Las poblaciones más vulnerables incluyen comunidades agrícolas, pueblos indígenas y personas con menor acceso a recursos, además de mujeres, niños, ancianos y quienes ya padecen problemas de salud mental.
A pesar de la gravedad del panorama, el informe subraya que aún hay margen para fortalecer la resiliencia. Los especialistas recomiendan integrar la perspectiva climática en la formación de médicos, psicólogos y trabajadores sociales, así como promover terapias basadas en la naturaleza y redes comunitarias de apoyo.
“Proteger la salud mental frente al cambio climático requiere acción urgente de gobiernos, sistemas de salud y comunidades”, concluye el informe.
El artículo original fue publicado por The Conversation, bajo el título “Climate change poses serious risks to mental well-being”, escrito por investigadores que participaron en la elaboración del informe del IPCC.
